No se trata de un caso de Pedofilia eclesiástica pero igual vale la pena destacarlo, LA NUEVA INQUISICIÓN
Un cura católico de Ruanda fue condenado en genocidio por una corte de la ONU
Por primera vez en la historia, una corte especial de las Naciones Unidas sentenció a un cura católico por los delitos de genocidio y crímenes contra la humanidad. La condena, de 15 años de prisión, recayó contra el religioso Athanase Seromba, a quien el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) halló culpable de esos delitos por su participación en el genocidio perpetrado en 1994 que dejó entre 500.000 y un millón de muertos.
La condena al cura fue dada a conocer Bocar Sy, portavoz del tribunal que sesiona en la ciudad de Arusha, en Tanzania. El cura, de 43 años y que se había declarado inocente ante la corte especial de la ONU, estaba acusado, entre otras cosas, de haber ordenado al conductor de un bulldozer destruir la iglesia que él mismo tenía cargo en la ciudad de Nyange, en el oeste de Ruanda, en la que se habían refugiado unas 2.000 personas de la etnia tutti en abril de 1994.
Según la acusación, antes el cura había colaborado e incluso dado órdenes a milicias y grupos que asesinaron a muchas de las personas que se refugiaban en su iglesia. La mayoría de las restantes murieron cuando se derrumbó el techo durante las maniobras del bulldozer. Y los que todavía entonces sobrevivieron fueron atacados a tiros.
El fiscal había pedido que se lo condenara a cadena perpetua. Se calcula que durante el genocidio perpetrado en Ruanda hubo entre 500.000 y un millón de tutsis y hutus moderados que murieron masacrados con machetes y armas de fuego a manos de milicias extremistas, soldados y la propia población civil.
Fuente 1: Clarín
Fuente 2: Tribunal Criminal de Ruanda
Porque me cansé de leer y ver casos de curas y religiosos de distintos credos acusados de violación y abuso de menores, se me ocurrió recopilarlos en éste blog.
miércoles, 13 de diciembre de 2006
Athanase Seromba
jueves, 30 de noviembre de 2006
Pedofilia eclesiástica nao tem fim
"El cura abusador está más protegido que un hombre común"
Regina Soares Jurkewicz fue despedida de un Instituto de Teología de Brasil por difundir una investigación sobre abusos sexuales cometidos por curas contra mujeres y niñas en ese país. Aquí explica el plan sistemático que usa la Iglesia Católica para encubrir abusadores.
Soares Jurkewicz es una de las coordinadoras de la organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir de Brasil. Su investigación fue editada por la ong y financiada por el Fondo para el Desarrollo de las Naciones Unidas para la mujer (UNIFEM), y releva algunos estudios previos sobre abuso de religiosos. Entre ellos se destaca el del periodista español Pepe Rodríguez, Pederastía en la Iglesia Católica: delitos sexuales del clero contra menores; un drama silenciado y encubierto por los obispos del 2002. Soarez Jurkewicz retoma una encuesta relevada por Rodríguez que estima que el 60 por ciento de los clérigos tiene relaciones sexuales: el 26 por ciento con menores, y el 7 por ciento cometen abusos graves. Y sobre todo hace hincapié en que el mismo Código del Derecho Canónico orienta a la jerarquía de la Iglesia para que encubra los delitos de los curas con el fin de evitar escándalos y salvaguardar la imagen de la Iglesia y el clero. Rodríguez plantea que hay un "decálogo básico" que sigue la Iglesia para encubrir a los abusadores: los obispos encaran acciones disuasorias con la víctima y su familia; encubren los casos de abuso para que no se hagan públicos llegando incluso a sobornar víctimas y familiares o trasladando al cura a otra parroquia; inician un expediente canónico que jamás avanza; niegan lo ocurrido planteando que el sacerdote es una figura santa; descalifican públicamente a las víctimas; o atribuyen los hechos a campañas orquestadas contra la iglesia.
El trabajo de Soares Jurkewicz no hace más que confirmar la aplicación de ese decálogo por parte de la iglesia de su país. Relevó 21 casos de abusos de parte de sacerdotes a niñas y mujeres --desde pedofilia, abuso sexual, estupro e infracción a los votos del celibato-- que se habían conocido mediáticamente entre 1993 y 2002 en Brasil. De esos 21 casos, apenas cinco originaron procesos en la justicia y la mayoría no fue esclarecido. 17 se referían a abuso de sacerdotes contra nenas y adolescentes de entre 9 y 16 años. En todos hay una asimetría económica, cultural, etaria, de género y clase social entre las denunciantes y los denunciados. Se trataba en general de nenas que recibían ayuda económica o material de parte de la iglesia, o de mujeres que trabajaban en la parroquia. Cuatro casos derivaron en embarazo.
Fragmento de una entrevista a Regina
- ¿Qué fue lo que más la impactó al hacer la investigación?
- Dos cosas. Una, fue la situación de sufrimiento de las que denunciaron porque es pagar un precio muy caro por hacerlo, porque además de haber vivido violencia ahora están expuestas a todo: algunas cambian de ciudad, no consiguen trabajo, las más jóvenes sufren persecución en la escuela. Hubo un caso en que apedrearon a una chica. Las familias quedan expuestas, la sociedad las culpabiliza. Hay dolor y no hay protección porque la opinión pública en general no las defiende. Y la otra cuestión fue descubrir que el sistema de justicia está muy condicionado. Al hablar con los abogados defensores de curas y con los operadores de la ley, es impresionante porque lo que vale es la utilización de argumentos inteligentes y adecuados, no la verdad.
- ¿Las víctimas tienen abogados gratuitos?
- Sí, del ministerio público, mientras que el de los curas es el más prestigioso. Eso es lo que más me impactó porque da impotencia. Si tienes contactos y poder logras muchas cosas, sino estás jodida. Pensé: en Brasil hay campañas para que las mujeres denuncien violencia pero pienso que es muy serio hacer denuncias porque se exponen a cosas injustas, complicadas y hasta peligrosas para su vida. Hay que advertir a quienes hacen las denuncias.
- ¿Cómo cree que se resolverían o evitarían los abusos en la Iglesia?
- Creo que si una de las razones por la que la Iglesia pierde credibilidad es por los abusos, el tema tiene que dejar de ser tabú. Que se discuta dentro de la Iglesia por qué pasa, qué procedimientos hay que hacer. En EEUU hay centros de acogida para curas que abusan donde se les da acompañamiento psicológico, por ejemplo. Además, falta que se les brinde atención a las víctimas.
Fuente 01: ArtemisaNoticias.com.ar
Regina Soares Jurkewicz fue despedida de un Instituto de Teología de Brasil por difundir una investigación sobre abusos sexuales cometidos por curas contra mujeres y niñas en ese país. Aquí explica el plan sistemático que usa la Iglesia Católica para encubrir abusadores.
Soares Jurkewicz es una de las coordinadoras de la organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir de Brasil. Su investigación fue editada por la ong y financiada por el Fondo para el Desarrollo de las Naciones Unidas para la mujer (UNIFEM), y releva algunos estudios previos sobre abuso de religiosos. Entre ellos se destaca el del periodista español Pepe Rodríguez, Pederastía en la Iglesia Católica: delitos sexuales del clero contra menores; un drama silenciado y encubierto por los obispos del 2002. Soarez Jurkewicz retoma una encuesta relevada por Rodríguez que estima que el 60 por ciento de los clérigos tiene relaciones sexuales: el 26 por ciento con menores, y el 7 por ciento cometen abusos graves. Y sobre todo hace hincapié en que el mismo Código del Derecho Canónico orienta a la jerarquía de la Iglesia para que encubra los delitos de los curas con el fin de evitar escándalos y salvaguardar la imagen de la Iglesia y el clero. Rodríguez plantea que hay un "decálogo básico" que sigue la Iglesia para encubrir a los abusadores: los obispos encaran acciones disuasorias con la víctima y su familia; encubren los casos de abuso para que no se hagan públicos llegando incluso a sobornar víctimas y familiares o trasladando al cura a otra parroquia; inician un expediente canónico que jamás avanza; niegan lo ocurrido planteando que el sacerdote es una figura santa; descalifican públicamente a las víctimas; o atribuyen los hechos a campañas orquestadas contra la iglesia.
El trabajo de Soares Jurkewicz no hace más que confirmar la aplicación de ese decálogo por parte de la iglesia de su país. Relevó 21 casos de abusos de parte de sacerdotes a niñas y mujeres --desde pedofilia, abuso sexual, estupro e infracción a los votos del celibato-- que se habían conocido mediáticamente entre 1993 y 2002 en Brasil. De esos 21 casos, apenas cinco originaron procesos en la justicia y la mayoría no fue esclarecido. 17 se referían a abuso de sacerdotes contra nenas y adolescentes de entre 9 y 16 años. En todos hay una asimetría económica, cultural, etaria, de género y clase social entre las denunciantes y los denunciados. Se trataba en general de nenas que recibían ayuda económica o material de parte de la iglesia, o de mujeres que trabajaban en la parroquia. Cuatro casos derivaron en embarazo.
Fragmento de una entrevista a Regina
- ¿Qué fue lo que más la impactó al hacer la investigación?
- Dos cosas. Una, fue la situación de sufrimiento de las que denunciaron porque es pagar un precio muy caro por hacerlo, porque además de haber vivido violencia ahora están expuestas a todo: algunas cambian de ciudad, no consiguen trabajo, las más jóvenes sufren persecución en la escuela. Hubo un caso en que apedrearon a una chica. Las familias quedan expuestas, la sociedad las culpabiliza. Hay dolor y no hay protección porque la opinión pública en general no las defiende. Y la otra cuestión fue descubrir que el sistema de justicia está muy condicionado. Al hablar con los abogados defensores de curas y con los operadores de la ley, es impresionante porque lo que vale es la utilización de argumentos inteligentes y adecuados, no la verdad.
- ¿Las víctimas tienen abogados gratuitos?
- Sí, del ministerio público, mientras que el de los curas es el más prestigioso. Eso es lo que más me impactó porque da impotencia. Si tienes contactos y poder logras muchas cosas, sino estás jodida. Pensé: en Brasil hay campañas para que las mujeres denuncien violencia pero pienso que es muy serio hacer denuncias porque se exponen a cosas injustas, complicadas y hasta peligrosas para su vida. Hay que advertir a quienes hacen las denuncias.
- ¿Cómo cree que se resolverían o evitarían los abusos en la Iglesia?
- Creo que si una de las razones por la que la Iglesia pierde credibilidad es por los abusos, el tema tiene que dejar de ser tabú. Que se discuta dentro de la Iglesia por qué pasa, qué procedimientos hay que hacer. En EEUU hay centros de acogida para curas que abusan donde se les da acompañamiento psicológico, por ejemplo. Además, falta que se les brinde atención a las víctimas.
Fuente 01: ArtemisaNoticias.com.ar
Fuente 02: Mujeres Hoy
Fuente 03: Convención
Fuente 04: Revista Época
sábado, 25 de noviembre de 2006
Rafael Sánz Nieto
Lo consideraban un "abuelo" pero era un Nieto de puta
España: condenan a un cura a dos años de prisión por abusar de un chico
Un tribunal de Madrid lo encontró culpable de ese delito, que de acuerdo al fallo cometió reiteradamente entre 1999 y 2001. Además, el Arzobispado de la capital española fue condenado a pagarle al joven 30.000 euros por daños y perjuicios.
Un cura español fue condenado hoy por un tribunal madrileño a dos años de cárcel tras ser hallado culpable del delito de abuso sexual contra un chico de 12 años, entre 1999 y 2001.
Según fuentes judiciales locales, Rafael Sanz Nieto -cura de una parroquia de Madrid entre 1958 y 2001- fue condenado por haber satisfecho "sus instintos libidinosos, primero en casa de la familia y después en la vicaría, llevando a cabo manoseos (al menor)", según afirma el fallo.
El texto judicial añade que el imputado, "con afán de satisfacer sus instintos libidinosos, primero en la casa de 1a familia y después en la Vicaría, llevó a cabo tocamientos" en el menor, obligándole a que él igualmente "le tocara, a su vez, sus órganos genitales, hechos que se repitieron en un número de ocasiones no determinado entre finales de 1999 y 2001, utilizando la excusa de que ello era bueno y sano para el desarrollo corporal".
Además, como responsable subsidiario, el Arzobispado de Madrid fue condenado a pagar 30.000 euros a la víctima, en concepto de daños y perjuicios, informaron medios españoles.
Aunque se consideró probado el delito de abuso, la Justicia decidió absolver al cura del delito de violación en grado de tentativa.
La denuncia la planteó un grupo de catequistas de la parroquia ante la Fiscalía de Menores; en represalia, las autoridades eclesiásticas les expulsaron de la congregación. El arzobispado de Madrid, cuyo representante es el cardenal Antonio María Rouco Varela, admitió haber tenido constancia de los hechos; sin embargo, lo único que hizo al respecto fue “apartarlo de su labor” y recluirlo en un convento; en la actualidad, según la Iglesia, está jubilado.
Según se supo en el juicio, el sacerdote se relacionaba mucho con la familia de la víctima, cuya casa visitaba seguido para cuidar de los niños, ayudarlos a hacer los deberes de la escuela y completar su formación religiosa.
El fiscal consideró probado que entre 1998 y 2001 el acusado se aprovechó de la relación que tenía con la familia del menor para cometer los abusos continuos tanto en la vivienda de éste como en la vicaría de una iglesia de Madrid, la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en donde colaboraba con las labores eclesiásticas. Durante su declaración ante el tribunal, el cura negó las acusaciones y aseguró que ayudaba al menor con sus estudios, a lo que se había ofrecido por la buena relación que tenía con la familia, quienes incluso llegaron a considerarle como un “abuelo” para el niño.
El sacerdote ha negado las acusaciones, diciendo que "es falso ante Dios y ante los hombres" lo que se le imputa.
Su testimonio contrasta con el de la víctima, ahora con 20 años, que ha insistido en que el cura abusaba de él dos o tres veces al mes. Los abusos consistían normalmente en tocamientos, pero una vez -ha asegurado- intentó violarlo en la sede de la vicaría.
El joven ha declarado que el párroco le contó que estas prácticas las hacía también con otros niños conocidos de ambos.
El arzobispado de Madrid estudia recurrir la sentencia de la Audiencia Provincial que condena a dos años de cárcel a un cura que abusó sexualmente de un menor, aunque sólo en el aspecto correspondiente a la cuestión de la responsabilidad civil subsidiaria de la indemnización que afecta al arzobispado.
Fuentes oficiales explicaron a EFE que, tras conocer la sentencia, los servicios jurídicos del arzobispado cuya titularidad ostenta el cardenal Rouco Varela, 'estudian recurrir la parte que afecta directamente al arzobispado, concretamente la que hace referencia al pago de una indemnización por parte del cura condenado a la víctima', pago de la que la Audiencia hace responsable civil subsidiario al arzobispado.
Las mismas fuentes precisaron que en cuanto a la condena a dos años de cárcel, 'ignoramos si va a ser recurrida, ya que el condenado dispone de abogado propio y desconocemos cual va a ser su decisión'.
Fuente 1: Clarín
Fuente 2: Terra
Fuente 3: El País
Fuente 4: Periodista Digital
Fuente 5: Sentencia - Cadena Ser
Fuente 6: Cadena Ser
España: condenan a un cura a dos años de prisión por abusar de un chico
Un tribunal de Madrid lo encontró culpable de ese delito, que de acuerdo al fallo cometió reiteradamente entre 1999 y 2001. Además, el Arzobispado de la capital española fue condenado a pagarle al joven 30.000 euros por daños y perjuicios.
Un cura español fue condenado hoy por un tribunal madrileño a dos años de cárcel tras ser hallado culpable del delito de abuso sexual contra un chico de 12 años, entre 1999 y 2001.
Según fuentes judiciales locales, Rafael Sanz Nieto -cura de una parroquia de Madrid entre 1958 y 2001- fue condenado por haber satisfecho "sus instintos libidinosos, primero en casa de la familia y después en la vicaría, llevando a cabo manoseos (al menor)", según afirma el fallo.
El texto judicial añade que el imputado, "con afán de satisfacer sus instintos libidinosos, primero en la casa de 1a familia y después en la Vicaría, llevó a cabo tocamientos" en el menor, obligándole a que él igualmente "le tocara, a su vez, sus órganos genitales, hechos que se repitieron en un número de ocasiones no determinado entre finales de 1999 y 2001, utilizando la excusa de que ello era bueno y sano para el desarrollo corporal".
Además, como responsable subsidiario, el Arzobispado de Madrid fue condenado a pagar 30.000 euros a la víctima, en concepto de daños y perjuicios, informaron medios españoles.
Aunque se consideró probado el delito de abuso, la Justicia decidió absolver al cura del delito de violación en grado de tentativa.
La denuncia la planteó un grupo de catequistas de la parroquia ante la Fiscalía de Menores; en represalia, las autoridades eclesiásticas les expulsaron de la congregación. El arzobispado de Madrid, cuyo representante es el cardenal Antonio María Rouco Varela, admitió haber tenido constancia de los hechos; sin embargo, lo único que hizo al respecto fue “apartarlo de su labor” y recluirlo en un convento; en la actualidad, según la Iglesia, está jubilado.
Según se supo en el juicio, el sacerdote se relacionaba mucho con la familia de la víctima, cuya casa visitaba seguido para cuidar de los niños, ayudarlos a hacer los deberes de la escuela y completar su formación religiosa.
El fiscal consideró probado que entre 1998 y 2001 el acusado se aprovechó de la relación que tenía con la familia del menor para cometer los abusos continuos tanto en la vivienda de éste como en la vicaría de una iglesia de Madrid, la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en donde colaboraba con las labores eclesiásticas. Durante su declaración ante el tribunal, el cura negó las acusaciones y aseguró que ayudaba al menor con sus estudios, a lo que se había ofrecido por la buena relación que tenía con la familia, quienes incluso llegaron a considerarle como un “abuelo” para el niño.
El sacerdote ha negado las acusaciones, diciendo que "es falso ante Dios y ante los hombres" lo que se le imputa.
Su testimonio contrasta con el de la víctima, ahora con 20 años, que ha insistido en que el cura abusaba de él dos o tres veces al mes. Los abusos consistían normalmente en tocamientos, pero una vez -ha asegurado- intentó violarlo en la sede de la vicaría.
El joven ha declarado que el párroco le contó que estas prácticas las hacía también con otros niños conocidos de ambos.
El arzobispado de Madrid estudia recurrir la sentencia de la Audiencia Provincial que condena a dos años de cárcel a un cura que abusó sexualmente de un menor, aunque sólo en el aspecto correspondiente a la cuestión de la responsabilidad civil subsidiaria de la indemnización que afecta al arzobispado.
Fuentes oficiales explicaron a EFE que, tras conocer la sentencia, los servicios jurídicos del arzobispado cuya titularidad ostenta el cardenal Rouco Varela, 'estudian recurrir la parte que afecta directamente al arzobispado, concretamente la que hace referencia al pago de una indemnización por parte del cura condenado a la víctima', pago de la que la Audiencia hace responsable civil subsidiario al arzobispado.
Las mismas fuentes precisaron que en cuanto a la condena a dos años de cárcel, 'ignoramos si va a ser recurrida, ya que el condenado dispone de abogado propio y desconocemos cual va a ser su decisión'.
Parece que en cuestión de curas abusadores de menores, en Europa SI se consiguen
Fuente 1: Clarín
Fuente 2: Terra
Fuente 3: El País
Fuente 4: Periodista Digital
Fuente 5: Sentencia - Cadena Ser
Fuente 6: Cadena Ser
martes, 21 de noviembre de 2006
Francisco Domingo Avalos Gómez
Camino a la Corrupción de Menores
Un “pastor” de un culto no reconocido fue condenado ayer a 18 años de prisión por haber abusado sexualmente de dos adolescentes de 14 años, que quedaron embarazadas y tuvieron hijos, a quienes indujo a tener sexo para que naciera un bebé que “iba a ser ofrendado al Espíritu Santo” y porque así se convertirían en "elegidas del señor".
La condena fue dictada por el Tribunal Oral Criminal 4 de Morón [Provincia de Buenos Aires] contra Francisco Domingo Avalos Gómez, de 52 años, quien fue considerado autor promotor de la corrupción de menores, con intimación reiterada y de cuatro abusos sexuales con acceso carnal agravados cometidos contra dos adolescentes.
Los abusos se cometieron entre abril y agosto de 2000 en el templo que él dirigía, “Jesús es el Camino”, de Merlo, no reconocido como culto oficial. Según la pesquisa, el pastor abusó de las dos chicas, aunque en paralelo se investiga si cometió además otros 16 ataques contra mujeres que concurrían al templo.[…]
En la pesquisa se determinó que Avalos Gómez utilizaba su actividad en la autodenominada Iglesia Jesús es el Camino para captar a sus víctimas y tener sexo con ellas. Los investigadores establecieron que antes de mantener sexo con las chicas las “clasificaba” por edad. A las menores las llamaba “doncellas” y a las mayores “reinas”. Avalos Gómez, nacido en Paraguay, decía a sus víctimas ser “un intermediario de Dios” y aseguraba estar en la tierra “para crear un apostolado”.
El pastor y dos mujeres integrantes de "Jesús es el Camino" fueron arrestados en el partido de Merlo acusados de haber abusado sexualmente y dejar embarazadas a dos chicas de 14 años en 2002 (Télam).-
Dos mujeres y un hombre integrantes de la Iglesia evangélica "Jesús es el Camino", fueron detenidos anoche por la policía en el partido de Merlo, acusados por los delitos de "abuso sexual y corrupción de menores", por un episodio ocurrido en 2002, donde dos niñas de 14 años de edad que concurrían al templo fueron violadas y embarazadas.
Por ese hecho, en 2004, la Justicia condenó a la pena de 18 años de prisión al pastor de la citada Iglesia, Francisco Avalos, indicaron fuentes policiales. Las dos víctimas eran fieles del culto que Avalos encabezaba, no descartándose que otras niñas hayan sido violadas entre los años 2000 y 2002.
Transcurridos cuatro años del hecho, la Justicia decidió la detención del copastor y secretario de Avalos y de dos mujeres mayores de edad, todos ellos acusados por los delitos de "abuso sexual y corrupción de menores".
Fuente 01: Página12
Fuente 02: InfoBae
Fuente 03: La Capital
Un “pastor” de un culto no reconocido fue condenado ayer a 18 años de prisión por haber abusado sexualmente de dos adolescentes de 14 años, que quedaron embarazadas y tuvieron hijos, a quienes indujo a tener sexo para que naciera un bebé que “iba a ser ofrendado al Espíritu Santo” y porque así se convertirían en "elegidas del señor".
La condena fue dictada por el Tribunal Oral Criminal 4 de Morón [Provincia de Buenos Aires] contra Francisco Domingo Avalos Gómez, de 52 años, quien fue considerado autor promotor de la corrupción de menores, con intimación reiterada y de cuatro abusos sexuales con acceso carnal agravados cometidos contra dos adolescentes.
Los abusos se cometieron entre abril y agosto de 2000 en el templo que él dirigía, “Jesús es el Camino”, de Merlo, no reconocido como culto oficial. Según la pesquisa, el pastor abusó de las dos chicas, aunque en paralelo se investiga si cometió además otros 16 ataques contra mujeres que concurrían al templo.[…]
En la pesquisa se determinó que Avalos Gómez utilizaba su actividad en la autodenominada Iglesia Jesús es el Camino para captar a sus víctimas y tener sexo con ellas. Los investigadores establecieron que antes de mantener sexo con las chicas las “clasificaba” por edad. A las menores las llamaba “doncellas” y a las mayores “reinas”. Avalos Gómez, nacido en Paraguay, decía a sus víctimas ser “un intermediario de Dios” y aseguraba estar en la tierra “para crear un apostolado”.
El pastor y dos mujeres integrantes de "Jesús es el Camino" fueron arrestados en el partido de Merlo acusados de haber abusado sexualmente y dejar embarazadas a dos chicas de 14 años en 2002 (Télam).-
Dos mujeres y un hombre integrantes de la Iglesia evangélica "Jesús es el Camino", fueron detenidos anoche por la policía en el partido de Merlo, acusados por los delitos de "abuso sexual y corrupción de menores", por un episodio ocurrido en 2002, donde dos niñas de 14 años de edad que concurrían al templo fueron violadas y embarazadas.
Por ese hecho, en 2004, la Justicia condenó a la pena de 18 años de prisión al pastor de la citada Iglesia, Francisco Avalos, indicaron fuentes policiales. Las dos víctimas eran fieles del culto que Avalos encabezaba, no descartándose que otras niñas hayan sido violadas entre los años 2000 y 2002.
Transcurridos cuatro años del hecho, la Justicia decidió la detención del copastor y secretario de Avalos y de dos mujeres mayores de edad, todos ellos acusados por los delitos de "abuso sexual y corrupción de menores".
En éste caso Jesús fue el camino a la corrupción de menores, abuso sexual y finalmente a la cárcel.
Fuente 01: Página12
Fuente 02: InfoBae
Fuente 03: La Capital
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