jueves, 30 de noviembre de 2006

Pedofilia eclesiástica nao tem fim

"El cura abusador está más protegido que un hombre común"

Regina Soares Jurkewicz fue despedida de un Instituto de Teología de Brasil por difundir una investigación sobre abusos sexuales cometidos por curas contra mujeres y niñas en ese país. Aquí explica el plan sistemático que usa la Iglesia Católica para encubrir abusadores.

Soares Jurkewicz es una de las coordinadoras de la organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir de Brasil. Su investigación fue editada por la ong y financiada por el Fondo para el Desarrollo de las Naciones Unidas para la mujer (UNIFEM), y releva algunos estudios previos sobre abuso de religiosos. Entre ellos se destaca el del periodista español Pepe Rodríguez, Pederastía en la Iglesia Católica: delitos sexuales del clero contra menores; un drama silenciado y encubierto por los obispos del 2002. Soarez Jurkewicz retoma una encuesta relevada por Rodríguez que estima que el 60 por ciento de los clérigos tiene relaciones sexuales: el 26 por ciento con menores, y el 7 por ciento cometen abusos graves. Y sobre todo hace hincapié en que el mismo Código del Derecho Canónico orienta a la jerarquía de la Iglesia para que encubra los delitos de los curas con el fin de evitar escándalos y salvaguardar la imagen de la Iglesia y el clero. Rodríguez plantea que hay un "decálogo básico" que sigue la Iglesia para encubrir a los abusadores: los obispos encaran acciones disuasorias con la víctima y su familia; encubren los casos de abuso para que no se hagan públicos llegando incluso a sobornar víctimas y familiares o trasladando al cura a otra parroquia; inician un expediente canónico que jamás avanza; niegan lo ocurrido planteando que el sacerdote es una figura santa; descalifican públicamente a las víctimas; o atribuyen los hechos a campañas orquestadas contra la iglesia.

El trabajo de Soares Jurkewicz no hace más que confirmar la aplicación de ese decálogo por parte de la iglesia de su país. Relevó 21 casos de abusos de parte de sacerdotes a niñas y mujeres --desde pedofilia, abuso sexual, estupro e infracción a los votos del celibato-- que se habían conocido mediáticamente entre 1993 y 2002 en Brasil. De esos 21 casos, apenas cinco originaron procesos en la justicia y la mayoría no fue esclarecido. 17 se referían a abuso de sacerdotes contra nenas y adolescentes de entre 9 y 16 años. En todos hay una asimetría económica, cultural, etaria, de género y clase social entre las denunciantes y los denunciados. Se trataba en general de nenas que recibían ayuda económica o material de parte de la iglesia, o de mujeres que trabajaban en la parroquia. Cuatro casos derivaron en embarazo.

Fragmento de una entrevista a Regina
- ¿Qué fue lo que más la impactó al hacer la investigación?
- Dos cosas. Una, fue la situación de sufrimiento de las que denunciaron porque es pagar un precio muy caro por hacerlo, porque además de haber vivido violencia ahora están expuestas a todo: algunas cambian de ciudad, no consiguen trabajo, las más jóvenes sufren persecución en la escuela. Hubo un caso en que apedrearon a una chica. Las familias quedan expuestas, la sociedad las culpabiliza. Hay dolor y no hay protección porque la opinión pública en general no las defiende. Y la otra cuestión fue descubrir que el sistema de justicia está muy condicionado. Al hablar con los abogados defensores de curas y con los operadores de la ley, es impresionante porque lo que vale es la utilización de argumentos inteligentes y adecuados, no la verdad.

- ¿Las víctimas tienen abogados gratuitos?
- Sí, del ministerio público, mientras que el de los curas es el más prestigioso. Eso es lo que más me impactó porque da impotencia. Si tienes contactos y poder logras muchas cosas, sino estás jodida. Pensé: en Brasil hay campañas para que las mujeres denuncien violencia pero pienso que es muy serio hacer denuncias porque se exponen a cosas injustas, complicadas y hasta peligrosas para su vida. Hay que advertir a quienes hacen las denuncias.

- ¿Cómo cree que se resolverían o evitarían los abusos en la Iglesia?
- Creo que si una de las razones por la que la Iglesia pierde credibilidad es por los abusos, el tema tiene que dejar de ser tabú. Que se discuta dentro de la Iglesia por qué pasa, qué procedimientos hay que hacer. En EEUU hay centros de acogida para curas que abusan donde se les da acompañamiento psicológico, por ejemplo. Además, falta que se les brinde atención a las víctimas.

Fuente 01: ArtemisaNoticias.com.ar

Fuente 02: Mujeres Hoy

Fuente 03: Convención

Fuente 04: Revista Época

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